EL HÁBITO MÍNIMO VIABLE

¿De qué se trata este tipo de hábito?
Pues bien, se trata de una herramienta o truco que aparece en el momento en el que te propones crear un nuevo hábito que deseas realizar. Es como un propósito que te planteas a ti mismx en un momento determinado como bien puede ser el primer día del año, cuando empieza el nuevo curso escolar, en el día de tu cumpleaños o simplemente fruto de una conversación interesante donde se hace la luz.
Es una técnica que nos ayuda a mantener nuestros hábitos por mucho más tiempo. Seamos realistas: cuando nos planteamos un cambio, empezamos con muchas ganas e ilusión pero poco a poco lo vamos dejando en el olvido. Cualquier excusa es buena para retrasar esa misión y destruir así tu ritual.
Esta técnica nos ayuda a superar los imprevistos para que la misión no quede en el olvido.
Tal vez lo hayas intentado en otras ocasiones, pero te dices a ti mismx: «Esta vez si», pero cuando parece que tu motivación está a tope, surge algún imprevisto externo que haga que no te apetezca seguir con ello porque no andas bien de ánimos.

Voy a ponerte un ejemplo práctico para que lo puedas entender mejor:
«Hasta ahora tu espacio carece de un orden con sentido: te pasas el día buscando cosas, pierdes el tiempo y te frustras. Piensas que el orden no es lo tuyo, te desesperas, te aburre siquiera pensar en ello, llegas a pensar que el problema es el espacio del que dispones, pero que sin embargo anhelas la sensación de estar tranquilx, de llegar a casa y no tener que pensar ni un minuto más de la cuenta, sino fluir con tu espacio con estructura. Si pusieras un poco más de tu parte, vivirías mucho más a gusto, no te pasarías el día estresadx»

Una vez puestx en situación, recomiendo empezar piano piano con ese cambio tan deseado. Aquí es donde entra el concepto del Hábito Mínimo, en el que realizas una pequeña acción que poco a poco vaya ayudándote a mejorar el orden dentro del espacio y haciéndote sentir mejor.
Una pequeña acción te recuerda a como proceder con todo lo demás…
Aquí te dejo algunos ejemplos para empezar con pequeñas acciones que te recuerden la importancia del orden:
-> Doblar la manta del sofá antes de acostarte (verás que gustito cuando observes el sofá al día siguiente)
-> Disponer de una caja vacía en la que irás metiendo todo lo que quede por medio (tu gran aliada si tiendes a dejarlo todo por allí)
-> Meter la taza del desayuno en el lavaplatos al momento (te ahorras trabajo para más tarde, que mancha mucho!)



Este concepto es extrapolable y aplicable a muchos otros tipos de hábitos si lo que quieres mejorar o cambiar no tiene que ver con del orden. Por ejemplo…
Si tu misión es hacer yoga cada día, pero por mucho que quieres no lo haces, empieza por extender la esterilla de yoga en el suelo cada día, y verás como algún día te animas a verdaderamente hacer una sesión!

Si tu misión es la de salir a correr, pon las zapatillas de correr en la puerta cada día a ver si algún día te animas y te las pones!

Si por lo contrario tu misión es comer bien y mantener una dieta saludable, realiza compras conscientes con organización para que te sea más fácil mantenerlo.

La regla esencial para ser realistas es que si un día no puedes mantener aquello que te habías propuesto, no pasa nada, es más, puedes hacerlo una vez a la semana! pero cuando dejas de hacerlo un día no te acojas a realizarlo el resto de días porque entonces romperás con esa buena rutina que te habías propuesto.
EL HÁBITO ANCLA

¿De qué se trata este tipo de hábito?
Es otro tipo de herramienta que te ayuda a vincular mentalmente una tarea o hábito con otra, es decir que hay un orden después de cada cosa.
Pequeñas acciones que te permiten reconectar cada día con un estilo de vida que te hace sentir bien a nivel físico, mental y emocional; esos hábitos que te permiten mantener el camino del bienestar.
Una vez más, extrapolable para todos los ámbitos. Cuando ves que una pequeña acción te sienta bien a ti o a tu entorno, desencadena en otra que te ayuda todavía más, pero debes ser consciente para poderlo mantener.
Cuando tienes claridad, tomas mejores decisiones de la misma forma que cuando tu espacio está ordenado, fluyes mejor dentro de él. Tiene todo el sentido del mundo.

Inspírate y sigue a personas a las que admiras creando así un moodboard mental que te ayude a hacerlo igual que ellas y sobretodo a sentirte bien contigo mismx.
Empieza por pequeñas cosas y verás como rápidamente el Hábito Ancla te llevará a otra y otra hasta lograr la finalidad que te has propuesto.